martes, 11 de septiembre de 2012

Cosas que caen por su propio peso

Te extraño muchísimo y te necesito como siempre. Pero aún así hay algo que me detiene al momento de hablarte. No sé que es, si es el miedo a lo que vos me respondas, el miedo a no saber que decirte, el miedo a quedarnos sin tema, en fin, miedo. Y así voy dejando los días pasar y ya van dos semanas prácticamente sin saber de vos y no me gusta nadaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Entre otros temas, mañana me voy a cortar el pelo. Corto. Me aburrí de estar siempre igual. Es obvio que después me voy a arrepentir como siempre, pero bueno, a veces hay que arriesgarse. El que no arriesga no gana diría emiliano en "el equilibrista".
E inconscientemente estoy dejando el tiempo pasar a ver si te desconectás y esta cosa que siento adentro se calme hasta la próxima vez que te vea en el primer cuadradito de mi chat. Pero eso no pasa y ya me estoy quedando sin cosas para hacer y sin cosas que decir. Así que me tendré que ir dejándote ahí, con el circulito verde que me martiria de solo verlo.
Pero no me fui todavía, vuelvo solamente para decir que encima tuiteás canciones que me gustan y estoy haciendo un esfuerzo bárbaro por no responderte.

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